Para todos nosotros, el comienzo de una nueva etapa es siempre motivo de esperanza y de ilusión. Iniciar un nuevo año es psicológicamente un punto de partida oportuno para trazarnos metas y hacernos las tradicionales promesas de cambio y renovación.
Por supuesto que si estamos pensando en cambiar algunos hábitos para dejar atrás lo que nos perjudica, ¿qué mejor manera de despedirnos de aquello que sabemos que nos daña, pero que tanto nos gusta que “dándonos con furia” ya que “para lo que queda va el resto”?
Así que de seguro que en estos últimos días hemos disfrutado al máximo de los excesos navideños y debemos estar padeciendo actualmente ya por sus consecuencias. Mientras algunos piensan sólo en sacarse el ratón, otros pueden abrigar hasta sentimientos de culpa y arrepentimiento que de nada sirven, por lo que se ameritan medidas más enérgicas para salir de este atolladero.
Comencemos por algunas medidas generales para la desintoxicación:
1
Para limpiar las vías digestivas
Les sugiero una purga de entrada.
Mi preferido purgante es el Aceite de Ricino: a razón de 4 cucharadas soperas para un adulto promedio en una sola toma, que se puede acompañar con algún jugo para eliminar lo que tenga de desagradable.
2
Para ayudar a la desinflamación y regeneración del epitelio gastrointestinal
Podemos servirnos de las cualidades del agua de linaza cruda.
Esta se prepara moliendo el grano, dejándolo reposar en agua de un día para el otro, luego se cuela y se puede complementar con miel y limón para ser bebido como agua, entre 3 y 5 veces por 5 días al menos.
3
Para la desintoxicación general
Sugiero de 1 a 3 días tomando y comiendo frutas y vegetales crudos, para sacar el provecho purificador de un ayuno parcial y a la vez suministrarnos unas buenas dosis de minerales, vitaminas y enzimas que nos fortalezcan el metabolismo celular para la regeneración.
4
Para contrarrestar los efectos degenerativos del alcohol y del cigarrillo
entre otros tóxicos que hemos consumido.
Sugiero asegurarnos del aporte adecuado de antioxidantes como la vitamina A, C, E, el selenio, Magnesio, Zinc, la coenzima Q.10 y el picnogenol, entre las más conocidas y fáciles de conseguir.
Para lo cual deberíamos tomar 1 o 2 veces al día una mezcla de las que tengamos y con más razón aún si no pensamos dejar de fumar por lo pronto.
5
Para facilitar la excreción de toxinas
Además de tomar mucho líquido, es recomendable el darnos baños sauna o de vapor diarios o interdiarios de ser posible.
6
Para la recuperación del sistema nervioso
Es necesario el consumo de vitaminas del grupo B como la tiamina, la piridoxina y la niacina.
Para lo cual una buena fuente lo constituyen la levadura de cerveza y la melaza de caña, las cuales debemos tomar al menos por 1 mes una cucharada 3 veces al día una, o podemos inyectarnos o tomar algún compuesto farmacéutico del complejo B.
Estas medidas podemos considerarlas como de urgencia para una rápida recuperación, pero en verdad a lo que deberíamos ir es hacia un cambio en nuestro régimen de vida que incluyan en nuestro vocabulario personal la palabra MANTENIMIENTO.
El amor a sí mismo se cultiva a través del cuido personal y este no es más que el hábito de contemplar algunas sencillas pautas de higiene natural con criterio de mantenimiento.
No podemos dejar de incluir en nuestros votos para el año nuevo algunas decisiones que nos conduzcan hacia una gerencia más eficaz de nuestras salud y vitalidad, por lo que:
Una alimentación sana
El ejercicio habitual
El requerido descanso
El contacto con la Naturaleza
Una actitud más positiva en la vida
que nos capacite mejor para disfrutar de la vida y de las relaciones humanas sinceras, constituyen los pilares sólidos donde edificar el éxito de una VIDA PLENA y una SALUD TOTAL.
Doctor Efraín Hoffmann
Director de la Academia, Médico Holístico.