Me he encontrado con personas en la consulta que cuando les pregunto: ¿Cómo está su ritmo de evacuaciones?… me responden que bien. Si no fuese porque les repregunto: ¿Y con qué frecuencia evacua? no descubriríamos su error, porque me han respondido: “como un reloj Doctor, todos los domingos». ¿Cómo les parece?… Esa persona ha estado acostumbrada a evacuar una vez por semana durante toda su vida, por eso para él eso es lo normal.
Pero eso no es normal, ustedes se imaginan lo que representa el que nuestro colon, que no es más que una cañería por donde simplemente deberían circular los alimentos en un tiempo prudencial, se convierta en un basurero, donde se quedan atascados ahí los desechos en descomposición por horas, días y cuidado si hasta semanas… ¿Usted sabe lo que representa eso? A 37 grados centígrados una cantidad de bacterias putrefactivas corrompiendo los alimentos a una temperatura incluso más alta que en la calle.
Esto se constituye prácticamente en un caldo de cultivo donde todas esas bacterias están produciendo constantemente de todo tipo de venenos y sustancias tóxicas, indoles, fenoles, putresinas, cadaverinas, todas sustancias que lo que van es a llevarnos poco a poco a un estado de autointoxicación gradual y acumulativo que va a determinar la aparición posterior de una gran cantidad de enfermedades; asociadas todas a este estado de autointoxicación.
La retención y acumulación de toxinas debido a una insuficiente excreción de las mismas es un problema muy generalizado, que nos afecta a todos en mayor o menor grado.
La gran mayoría de las personas que yo he conocido con cáncer, con artritis, con asma, con problemas de dolores de cabeza, con alergias, todos si no tienen problemas de estreñimiento los tuvieron alguna vez en su vida. Eso es prácticamente una regla. Lo primero que tenemos que hacer es limpiar esas cañerías, poner a esa persona nuevamente a evacuar todos los días, entrenar ese colon; para eso requerimos una cantidad adecuada de fibra y si esa fibra no viene en los alimentos tenemos que agregársela; es vital limpiar ese colon todos los días.
Recuerdan que les dije que la segunda causa de muerte son las enfermedades cancerosas y que de ellas la primera causa de cáncer es el cáncer de colon. Bueno, el 95% de todos estos cánceres están relacionadas con las dietas y con aumentar las fibras en cantidades suficientes se ha logrado reducir el cáncer de colon hasta un 40%. ¿Sabía usted que al llegar a los 40 años, una persona común y corriente tiene hasta 8 libras de grasa y de residuos tóxicos sin digerir en las paredes que delinean el colon?
Sabías que hay más de un millón de personas en EE.UU. que han tenido su colon amputado innecesariamente. El colon y el intestino delgado tiene alrededor más de 30 pies y en sus ranuras se encuentran una cantidad de desperdicios que están alojados por años, partículas microscópicas, hasta la primera comida sólida que tal vez ingeriste… Sabes que puedes tener una acumulación de masa fermentada podrida en el colon que tenga hasta más de 20 años.
Así que pensar en recuperar la condición de nuestro colon es un paso vital y no basta simplemente laxarnos o hacernos lavativas o enemas, hay que hacer una limpieza profunda de ese colon porque hay que propiciar que todas esas incrustaciones e impactaciones puedan aflojarse y ser expulsadas. Para eso requerimos que alguna sustancia como enzimas digestivas, como un lavado profundo de colon, abundante fibra, nos sea dada en una condición especial, una dieta particular que ayude a que todo eso se excrete y ese tipo de limpieza lo deberíamos hacer una o dos veces al año para mantener las condiciones óptimas e ideales de nuestro colon.
¿Sabía usted que deberíamos evacuar el mismo número de veces que comemos?
De no ser así estamos en presencia de constipación lo cual ya es una perturbación, y cuando pasamos más de un día sin evacuar el trastorno se denomina estreñimiento.
No es nada extraño que las personas que padecen de estas irregularidades sufran simultáneamente de dolores de cabeza frecuentes, o de dolores de colon, de problemas de piel, de mal aliento, de flatulencias, o incluso hasta de cáncer, siendo por cierto el cáncer de colon el de mayor incidencia. Son múltiples los padecimientos vinculados con un funcionamiento inapropiado en la excreción de los residuos de la digestión, incluso la Artritis y las alergias tienen también como denominador común al estreñimiento.
El colon es una vía de excreción y como tal debe permanecer limpia una vez que ha cumplido su función. Al convertirse en un basurero donde se retienen por largo tiempo sustancias en estado de descomposición y putrefacción, se genera un proceso de autointoxicación pues el colon cumple también funciones de absorción. Todas esas sustancias tóxicas y toxinas producen múltiples padecimientos en las vías digestivas como, gases, flatulencias, o mal aliento, y además pasan al torrente sanguíneo dirigiéndose a los diversos órganos y tejidos perturbando el funcionamiento celular y ocasionando su degeneración.
Al igual que una cañería que con el paso del tiempo va reteniendo sustancias que se adhieren a sus paredes, el colon con el pasar del tiempo también va alojando a todo lo largo de su trayecto una serie de sustancias que se quedan incrustadas a nivel de la mucosa, perturbando el intercambio de los nutrientes y generando una condición inflamatoria crónica de esa región.
En el colon se encuentra la mayor cantidad de bacterias del cuerpo, brindándole un importante beneficio al organismo sintetizando ácido fólico, vitamina B12 y vitamina K a partir de los alimentos.
La mayor proporción de las bacterias benéficas la constituyen el Lactobacilus acidofilus y la Echerichia coli. Sin embargo, cuando existe una dieta inapropiada asociada o no al estreñimiento, proliferan las bacterias putrefactivas generando múltiples tóxicos que nos envenenan.
Para corregir estos problemas sin duda que tenemos que comenzar por cambiar nuestros hábitos alimenticios, como reducir la ingesta de los productos de origen animal que no sólo se pudren si no que aportan muy pocos residuos que contribuyan al tránsito digestivo. Debemos también comenzar a consumir alimentos ricos en fibras (harinas integrales, frutas, vegetales, verduras) y tomar también suficiente cantidad de líquidos entre jugos y agua en un volumen aproximado de dos litros, diariamente.
¿Cómo nos deshacemos de todas esas sustancias retenidas en el colon?
y ¿qué debemos hacer para poder entrenar la musculatura del colon y generar un ritmo de evacuación normal?
El procedimiento más eficiente y eficaz para lograr este propósito es la realización de Hidroterapias de Colon bajo un régimen dietético especial. Esto no es más que un sistema de limpieza colónica que implica una purificación profunda mediante la segura y cuidadosa infusión de agua tibia y purificada vía rectal, sin químicos, ni drogas. Es un procedimiento indoloro y restaurador que es a la vez relajante y efectivo; con el cual simplemente se lavan las paredes intestinales, estimulando con ello la acción peristáltica y mejorando la capacidad de absorción del intestino.
Este tratamiento dura aproximadamente una hora, y debe realizarse durante el número de días necesarios que en promedio pueden ser de cuatro o cinco, hasta generar la limpieza deseada. O sea, la expulsión completa de todas las impactaciones que estuviesen presentes.
Antes de iniciar este procedimiento debemos previamente purgarnos para tratar de expulsar todas las heces recientes acumuladas en el colon y no confundirlas con las incrustaciones fecales preexistentes. Luego se sigue un régimen dietético especial con ciertas sustancias como enzimas digestivas, quelantes, plantas, laxativas, y fibras, que permiten el reblandecimiento y desprendimiento de todas esas sustancias impactadas en la mucosa. No existe ningún otro procedimiento que ofrezca estos resultados ya que los laxantes así como los colemas o lavados del colon solo limpian la vía intestinal descendiente arrastrando las heces recientes, mientras que la Hidroterapia limpia la totalidad y desprende las impactaciones acumuladas en las paredes del intestino.
Por supuesto que una vez completado el tratamiento, debemos implementar los hábitos de alimentación recomendados para la higiene y la salud de nuestras vías digestivas.
Es necesario también repoblar la flora bacteriana del intestino lo cual se hace con lactobacilus y fermentos lácticos, abundante yogurt, y además, por un tiempo prudencial debemos utilizar algún laxante natural de abundante fibra, mientras logramos que los músculos del colon vayan adquiriendo la tonicidad y el ritmo de movimiento adecuado para generar por si solo la evacuación diaria a la misma hora, y preferiblemente en la mañana al recién levantarnos.
Esto seguramente que les traerá un enorme bienestar a sus vidas.
Doctor Efraín Hoffmann
Director de la Academia, Médico Holístico.